viernes, febrero 20, 2009

columna Gerardo Manrique

A GANAR

Me adentro en la piel y el pellejo de alguno de los miles de aficionados a Gallos que hoy se encaminarán a esa enorme mole de cemento y acero y me imagino que pensará horas antes de este juego contra Colima. Desde el ritual de ponerse la playera, pasando por los más ortodoxos que no les importan mitos ni maldiciones y se ponen la elástica blanca, porque, dicen ellos, después de todo somos Gallos Blancos, hasta los que has hecho suya la piel azul y negra a rayas verticales.
No es una playera cualquiera, no es por andar más cómodos el fin de semana. Esta playera es mucho más que eso: es nuestra segunda piel, es nuestro santo y seña cuando nos encontramos con otros locos viajeros en estadios hostiles y ajenos. Es lo que un frac a un lord inglés, lo que una armadura a un caballero medieval. Con ella nos hemos enjugado lágrimas de luto y de incomparable alegría. Después, ese aficionado, como muchos otros, tomará por asalto la calle y portará orgulloso su playera, como queriendo decir sin palabras: soy queretano y soy Gallo Blanco. Mientras va rumbo al estadio, va soñando que hoy ganamos el partido, que esta noche la luna será de miel, y más blanca que otras veladas. En ningún momento pone en duda o en tela de juicio su amor y lealtad por el equipo. Le duele esta mala racha. Le pone de mal humor la falta de triunfos, pero como dice un canto de la Resis, el aficionado a Gallos, el de adeveras, tiene aguante y no abandona jamás. Las derrotas, las malas rachas, las catástrofes incluso, son temporales, son pasajeras. Su amor por Gallos no se alimenta de éxitos, no pide a cambio un ascenso, se conforma con que nuestros héroes de azul y negro, defiendan con orgullo esa playera, la playera del Campeón. ¿Por qué ese aficionado no falta a la cita de los Sábados por la tarde? ¿Por qué abandona y pospone todo compromiso para irse a ver a Gallos? Porque, como dice otro canto célebre: “sus jugadores, me van a demostrar, que salen a ganar, que quieren salir campeón, que lo llevan adentro, como lo llevo yo”.

EL APUNTE


Un equipo en racha ganadora se basa en una buena técnica individual, en un planteamiento táctico adecuado que exhibe las virtudes propias al tiempo que ataca las carencias del rival, una excelente preparación física, un estado mental positivo, y algo más que nadie sabe muy bien definir pero que es más importante que todo lo anterior y que prolonga las rachas victoriosas hasta volverlas un hábito, una costumbre. Esperemos que Gallos recupere ese algo, que algunos esotéricos llaman mística y los administradores llaman sinergia, para atreverse a jugar a ganar desde el principio, y no querer reaccionar cuando la catástrofe no tenga remedio. En mi muy personal y errada opinión, apostaría por una variante en ataque, alguien distinto a Romo para acompañar al Tanque. Recuperar se juego por las bandas con Emilio López y Pinto que tantos goles generaron el año pasado. Y Esteban González, que se atreva, que dispare, que se haga presente en la última zona, donde nos urge tanto algo distinto, un cambio de ritmo, verticalidad, una llave que abra las puertas del gol. Después de este partido se viene una jornada doble y me parece que le vienen bien esta seguidilla de partidos a nuestro equipo. Iniciar flojo, empezar mal para cerrar fuerte, para encarar el final de temporada al mejor nivel posible. Que esto haya sido el mal inicio de campaña, un preámbulo angustioso para tener un final pletórico.

PARA REFLEXIONAR

Me pongo de pie, me quito el sombrero y aplaudo a los diez locos que estuvieron presentes en el juego contra Socio Águila allá en el Azteca. A los que se guardaron en casa y no fueron al juego contra el Fire, también los aplaudo, a condición de que no falten al juego de hoy.

manriquemind@yahoo.com.mx

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