viernes, septiembre 12, 2008

Me aferro a Dios


Querétaro, Querétaro. A su llegada a la capital queretana, Ignacio Schneider, delantero de Gallos Blancos, tiene dos cosas a las cuales se sujeta con férrea determinación para no perder el ojo izquierdo: "antes que nada me aferró a Dios y después a la esperanza, no las quiero perder todavía", declaró.

Ignacio Schneider recibió a DIARIO DE QUERETARO en su casa ubicada en el sur de la ciudad en punto de las seis de la tarde. Se notaba cansado por el largo viaje desde la Ciudad de México, aunque un poco más tranquilo por estar en lo que él llama "su ciudad", para estar presente en el partido entre Gallos Blancos e Indios de Chihuahua.

"Me quise venir a Querétaro porque en el DF me iba a enloquecer, prefiero estar acá en mi ciudad, en mi tierra, porque no aguantaba más estar ahí. Encima de que pasa esto, todo el mundo afuera del hotel (entre periodistas y curiosos) es impresionante y aquí estoy más tranquilo", refirió.

"A lo que yo quería venir es para ir a ver el partido, no quiero abandonar a todos mis compañeros, quiero estar presente y si puedo estar ahí es mejor; me gustaría estar con ellos y apoyarlos, adentro de la cancha, por lo menos corría o hacía algo, ahora los quiero apoyar estando afuera, que sepan que me interesa el equipo, el grupo, la hinchada, todo.

El jugador de Gallos Blancos se sinceró. Respondió a cada uno de los cuestionamientos que se le hicieron de manera pausada, tranquilo aunque con el corazón afligido por lo que ha pasado en los últimos días.

Con una bermuda cuadriculada y una playera azul cielo marca Adidas, 'Nacho' cuenta el por qué no decidió formular ninguna protesta a la Comisión Disciplinaria en contra de Izaias Ramos, el jugador de Socio Águila que le propinó un codazo el domingo pasado y que lo tiene al borde de perder el ojo izquierdo. Al momento de dar sus razones no muestra ningún rencor ni enojo, aunque reconoce estar sentido debido al poco interés del brasileño.

"La queja en contra del jugador no la voy a poner porque no me acuerdo de nada (...) No veo la necesidad de arruinarle la carrera a otro jugador por un capricho de decir que fue mala leche, si yo ya no puedo volver a jugar no voy a poder sacarle la oportunidad a otro, eso sería de mala gente. Estoy un poco caliente cómo que no hubo preocupación por parte de él (Izaias Ramos), no sé si tendría miedo o algo", argumentó.

"Recién hablé con él (Izaias Ramos) en la autopista, me dijo que estaba muy preocupado por lo que había pasado y le comenté que eso no era problema, que estaba seguro que no era de mala leche y no creo que haya habido la intención de lastimar a alguien; aunque vos lo hagas, si lo haces y te sale, estoy seguro que si lo hiciste con intención después te arrepientes. Si lastimas a alguien así, tienes que ser un hijo de p...", dijo

Ignacio Schneider Videverrigain dio a conocer que no supo de la gravedad de la lesión en el ojo izquierdo hasta después de la operación del domingo, en la revisión que le hizo la cirujana Rocío Murphy, quien le dijo que solo iba a poder recuperar el 40% de visibilidad, en el hospital Médica Sur. Hasta ese momento supo que su carrera deportiva estaba en riesgo.

"Yo me amargué mucho por que yo me pegunté '¿por qué voy a volver a recuperar el 40% si yo quiero volver a ver igual'. Fue cuando se me acerca mi señora, Ulises y Medrano, me dicen 'es que después de la operación decía que te iban a sacar el ojo'. Yo había empezado a llorar, aunque fue de un llanto de tristeza a uno de alegría", indicó.

A pesar de que sabe que el pronóstico no es favorable, el delantero Charrúa señaló que quiere ser positivo y aferrarse a la luz de la esperanza que tiene. El apoyo de su esposa, y sus padres, quienes llegaran este viernes por la mañana Querétaro, han sido importantes para no quebrarse ante la adversidad.

"Le pregunté al doctor si yo iba a volver a jugar y me dijo que no sabía decirme, el no estaba seguro y depende de cómo evolucione. Tengo que esperar, eso es lo que me mata (...) Sinceramente, todo esto de que si fue mala leche o no ya no me interesa, lo único que me interesa, el único miedo que tengo, es lo que pase el lunes, nada más", declaró.

En dos ocasiones, la entrevista se vio cortada por las constantes llamadas telefónicas que recibe por parte del medio futbolístico nacional e internacional, incluso hasta el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, telefoneó desde Montevideo para expresarle todo su apoyo. Sus compañeros también han sido un apoyo importante, pero sobre todo uno muy especial: Mauro Néstor Gerk.

"Mis compañeros qué te puedo decir, todo el día han estado llamándome. Quiero resaltar a Mauro (Gerk) porque en todo momento y a cada rato me ha estado marcando como si fuera un hermano mayor. La verdad que todo el mundo me han estado llamando", expresó.

"Me han dicho mil cosas, y que me digan que soy fuerte está bien, que me lo digan, pero por más fuerte que sea ya no aguanto más, quiero recuperar la vista y volver a jugar. Ahora te digo que estoy preparado para todo, después del martes puedes venir para hablar y te contesto de otra forma. Ahora estoy tratando de ser positivo, pero no sé el martes", acotó.

Schneider se enteró de todas las muestras de apoyo por parte de los aficionados queretanos. Solo bajó la cabeza y tragó saliva. Al levantarla de nueva cuenta para responder, se pudo notar que el ojo derecho estaba a punto de derramar una lágrima, la voz se había quebrado.

"Yo que le puedo decir a la afición, no sé qué va a pasar conmigo, no sé si voy a volver a jugar. En el estudio que me hicieron ayer estaba todo muy difícil, está esa posibilidad porque yo veo una luz cuando me enfocan al ojo, me van a operar solamente porque yo veo esa luz, si no la viera ya me hubieran sacado el ojo. No sé que decirles a la afición, solo gracias por apoyarme en esto, lo único que quiero es volver a jugar.

"Yo voy a ir al partido e iba a ver eso (las muestras de apoyo de los aficionados) me iba a morir. No sé si voy a poder aguantar, no sé. Yo quiero recuperar la vista y volver a jugar. Si me dieran el apoyo de toda la gente estoy seguro de que ya tendría un ojo nuevo", finalizó Ignacio Schneider.

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