viernes, abril 25, 2008

columna Gerardo Manrique

SOLO GALLOS

TODOS
El equipo somos todos. Cuando el equipo pierde, nos va mal a todos. Cada uno deberá hacer lo que corresponde, los jugadores, entrenarse con entusiasmo, cuidar que sus actividades personales no afecten su desempeño en la cancha. Acatar la autoridad del técnico, respetar sus decisiones. Tener bien clarito que nadie puede estar por encima del equipo. Estar muy conscientes que se deben al público, que representan a una ciudad y por ello deben ser siempre amables y estar dispuestos a dar un autógrafo, a tomarse la foto, a corresponder al cariño de la gente. Porque el equipo somos todos. El técnico debe imponer el respeto y la disciplina, pero basado en el diálogo continuo, en el respaldo incondicional a sus jugadores. Debe estar atento a los problemas extra cancha, y en todos los casos, anteponer la integridad del jugador y su familia a un resultado o a un partido. Jugadores y técnico deben crear grupo, ser una familia. Porque el equipo somos todos. Los directivos, a cumplir con el salario del jugador, obligación primordial. Respaldar el proyecto del técnico y estar atentos a las necesidades del grupo. Sólo cuando lo anterior esté cumplido, se tendrá derecho a exigir. Tarea importante de los directivos es también crear lazos y tender puentes entre el equipo y la afición. Porque el equipo somos todos. ¿Y los hinchas? Esos locos que hacen de su pasión por unos colores, el asunto más importante de las cosas menos importantes. Defender a su equipo contra todo y contra todos. Nunca darle la espalda, nunca mientras los jugadores retribuyan con esfuerzo en la cancha, el apoyo de la tribuna. Porque el equipo somos todos.
EL APUNTE

Este Domingo hay partido de Gallitos en el Municipal. Es una buena oportunidad para muchos de revivir viejas tardes de gloria en un estadio entrañable. Es una oportunidad de ver a un grupo de jugadores que defienden el orgullo y portan con dignidad esos colores que significan tanto para nosotros. Es un buen día para atiborrar las viejas gradas del municipal y apoyar a este equipo. Sé de varios aficionados que no se perdieron un solo partido en Segunda, mi felicitación y reconocimiento para ellos. Debo confesar que yo seré un Gallo de liguilla este Domingo. Estoy seguro que independientemente del resultado, nadie saldrá decepcionado, porque al fin veremos algo que no tuvimos en toda la temporada con el equipo de la A: Entrega absoluta. No faltes.

PARA REFLEXIONAR

¿Te has encontrado con las calcomanías que definen la pasión por Gallos? Este amor no es para cobardes. Una locura que pocos entienden. ¿Te suena familiar? Hoy no tengo ganas de asistir al estadio Corregidora, será una decisión de último minuto, aunque imagino de antemano lo que sucederá. Previo al último juego contra Rayados un compromiso familiar me hizo pensar que no asistiría al encuentro. Inesperadamente, el evento duró menos de lo esperado y paseaba con mi esposa por Plaza de las Américas. Eran exactamente las 7 con veinte minutos. Habíamos acordado no ir al juego. Repentinamente, nos sentimos incómodos viendo aparadores en un Sábado de partido, y en una decisión poco razonada y tomada al unísono, nos enfilamos al estadio a paso veloz por la avenida Quintas del Marqués. A cada paso de dábamos nos preguntábamos como era posible que no estuviéramos en el estadio pudiendo asistir. En lo que llegamos y la comparada del boleto, entramos al estadio justo cuando Rayados anotaba el del empate. El resto es historia. Aquí la pregunta es: ¿Te ha sucedido algo similar? ¿Qué movido por la impotencia decidas castigar a Gallos no asistiendo a un partido y a medida que se acerca la hora olvides tu enojo, tomes tu playera y te encarreres al estadio entre emocionado y sorprendido? ¿Preguntándote cómo fuiste capaz de considerar no estar con Gallos pudiendo hacerlo? No tiene remedio. Gallos es una pasión que nos domina.

manriquemind@yahoo.com.mx

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