miércoles, abril 25, 2007

CIRO PROCUNA Y SU OPINION SOBRE EL DESCENSO Y LA LIGUILLA

Nueve partidos más y el torneo Clausura 2007 habrá terminado. Llegado el momento me parece necesario que el reglamento de competencia sufra cambios fundamentales en dos rubros para ser más justo y más competitivo. No son nuevos, llevan muchos años ocurriendo pero nunca es tarde para enmendar el camino.

DESCENSO

De inicio, mi reconocimiento para Querétaro por llegar a esta instancia con el destino en sus manos. Me atrevo a pensar que su nómina mensual no es ni la quinta parte de la de Santos Laguna. Con poco han hecho mucho. Si hubiera justicia deportiva ellos tendrían que salvarse, se lo han ganado en la cancha. Hoy tendrían que estar del otro lado si no es por esos tres puntos que injustamente les quitaron.
Vamos al tema de reglamento. No es posible que le pongan tantos obstáculos al que asciende. ¡Es inhumano! Hagamos un recuento:

- El draft es menos de 48 horas después de que se disputa la final de vuelta por el ascenso. Sus posibilidades de reclutar talento nacional son mínimas. Ya para entonces, muchas de las transferencias están ya arregladas.

- Tienen que conseguir una carta de crédito de 5 millones de dólares como garantía para participar.

- Corren el riesgo de perder 3 puntos también para efectos del descenso si no cumplen con la regla 20/11. Claro, algunas veces sí como ahora con Querétaro, otras veces no como el año pasado con Jaguares.

- Y lo peor de todo, el descenso se define por la famosa tabla de cocientes, con lo que su número es más volátil. Querétaro no ha sido último general en ninguno de los últimos dos torneos, Santos ha arrastrado el prestigio durante tres años.

¿No creen que es demasiado? Por eso mismo equipos como Colibríes, San Luis, Dorados de Sinaloa y el mismo Pachuca hace casi diez años, descendieron al año siguiente de lograr el ascenso. Por eso es necesario hacer proezas como la de San Luis de hace un año para anclarse en la primera división.

FASE FINAL
Desde hace tres décadas y media se designa al campeón vía liguilla. Es parte del futbol mexicano, la gente lo acepta y lo disfruta. No estoy en contra de las liguillas, confieso que me gustan. El problema radica en lo barato que resulta ganar un boleto para competir en ellas.

Hay que ser tan malo como Toluca, Jaguares o Veracruz para no tener esperanza matemática a estas alturas. Hoy los Pumas recibirían el último lugar para la reclasificación, con todo y su paupérrima productividad de 39%, con todo y que llevan ocho jornadas consecutivas sin ganar. ¡Ocho fechas! Que me disculpen, eso no es competitivo, es mediocre. No debería ser campeón un equipo así.

Yo sé que el reglamento de competencia lo permite y que todos están de acuerdo. Por eso tiene que cambiar. Los boletos a la liguilla tienen que ser más escasos, más difíciles de obtener. Hay que privilegiar al líder y al sublíder general. Ellos podrían ir directo a semifinales y los cuatro siguientes a disputar los otros dos boletos. A menor cantidad, mayor calidad. Ya verán si no repuntan las últimas jornadas del torneo regular.

Esto difícilmente ocurrirá porque las televisoras tienen el control, y mientras más partidos tengan que comercializar en fase final para ellas será mejor. Por eso regresó el mediocre repechaje.
Mantengamos las liguillas, pero que las disputen los que en verdad lo merezcan.

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